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Mi mas oculto deseo fue siempre ser escritor y aprender varios idiomas. He llegado a defenderme bien en Ingles y chapurrear algo de Frances. El cine y la fotografia me fascinan. La música, de todo tipo, ha sido siempre mi relax. La amistad la valora mas que a nada en la vida.

jueves, 2 de marzo de 2017

NO ENTENDEMOS






Sabemos mas que de sobra que existe la muerte, cientos de miles de seres humanos mueren cada día, pero son cifras que no significan nada en nuestros sentimientos.
Si, lo sabemos, igual que cada dia anochece y vuelve a amanecer, son verdades aceptadas y familiares que nos acompañan de por vida.

Estas cifras por si, nunca explican el drama del ser que sufre la pérdida a veces múltiple, o individual, de un hijo, un padre, un amigo o un hermano, y cada una de estas muertes es un drama distinto muy diferente el uno del otro.

El anciano parece muy normal que muera para quien no lo ha conocido de niño o de joven, para quien no ha compartido esa niñez, sus ilusiones, dias, meses,  años, y para quien sobrevive al fallecido, la mente se le llena de recuerdos de la persona que se ha ido, con la que ya nunca charlará, a la que mentalmente busca y pronto cae en a cuenta de que se fué.

Un joven que fallece siempre es tremendo para sus padres, amigos o hermanos, no se entiende que un joven con años por delante que vivir se quede a falta de lo esencial, la vida, el amor, el dolor, la experiencia, el crecimiento en sabiduria que dan los años.
Ningún padre está preparado para sobrevivir a un hijo y el dolor tiene que ser inmenso, inconsolable de por vida.

Menos comprensible es que un niño se vaya sin más, y se van por cientos de miles  aunque no dejan de ser cifras que suceden a diario en paises lejanos, apartados de lo que se llama primer mundo.
Solo a sus padres, abuelos, o familiares les parte el alma cuando un niño que no ha vivido a penas se marcha casi siempre por pura y dura necesidad o por pandemias facilmente curables si realmente se quisieran erradicar.


A mi se me va una hermana con la que tengo muchos años de vivencias estrechamente compartidas, decenas de miles de recuerdos almacenados en esto que llamamos cerebro, vidas muy juntas, de niño, de joven, adulto y ya de viejo.

Pero aún sabiendo que la muerte es algo natural, que forma parte de la vida, no entiendo el quedarme sin ella. Es demasiado que ya nunca mas podré verla y hablar con mi hermana.

Seguirá viva en mi recuerdo, igual que mi madre o mi padre, pero esos interminables dias de vivencias, risas, penas, van a quedar interrumpidos por algo que no acabamos de comprender ni aceptar aún sabiendo que nada hay mas natural que el morir.

No resulta comprensible el ser privados de sopetón de alguien que formó y forma parte de nuestra vida, de recuerdos imborrables que nos iran acompañando mientras nuestro cerebro funcione o tengamos un hálito de razonamiento y vida.

Todos y cada uno de los dias transcurridos desde que mi madre falleció la tengo presente en mi vivir cotidiano, siempre me acompaña.
Nunca acabo, ni acabare, haciéndome a la idea de que ya no está se fue hace ya diez años y en mi mente siempre la tengo presente.

Estemos siempre contentos de estar vivos, es lo mejor y mas precioso que tenemos, todo lo demás se queda aquí. 
Partimos desnudos igual que nacemos y el atesoramiento de dinero, poder, u objetos inutiles en realidad, resulta ser una mas de las grandes estupideces del ser humano.

Cada dia que amanece y despertamos tenemos que agradecer a Dios, o simplemente a la vida en si por el hecho de que aquí estamos.
Aprovechemos cada minuto, cada segundo para estar contentos y ser conscientes de el gran don que resulta la vida.

Si además somos generosos y compartimos esa alegría y los dones que hemos recibido nuestro transcurrir será plenamente dichoso.
Sabremos aceptar nuestra propia muerte y la de los seres que amamos, cuesta si, pero es posible.

Absurdo resulta atesorar tantas cosas, nos creemos dueños de ellas y no somos los dueños de nada, pues al morir nuestros desvelos por atesorar objetos, libros, casas o dinero aquí se quedan, siendo en muchas ocasiones un auténtico problema para los que deben ordenar y seleccionar recuerdos que casi nada les dicen.

Y tu mi querida hermana vas a descansar en paz y permanecerás durante años en la mente de los que te amaron, tus hijos, tu marido, tus nietos, amigos y desde luego en la mia mientras exista y pueda recordarte.

Que sola te quedaste ayer, hubiera deseado permanecer contigo pero ahora parece ser ya no se estila, lo de velar a nuestros deudos es historia pasada y como decía tu madre, la mia, "cada mochuelo a su olivo", tu ya no tenías donde ir ningún olivo te esperaba y tumbada, fria ya, allí quedaste hasta hoy que serás solo cenizas, recuerdo para los que te extrañan y quien sabe si algo más en algún sitio.

Pudieras ser un espiritu puro, los creyentes al menos eso piensan.
Desearia contarme entre ellos y sentir que ya te reuniste con los que tanto amaste y en ese lugar desconocido al que llaman paraiso te estaban esperando una vez que al igual que tu ya partieron.











emiliano





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