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Mi mas oculto deseo fue siempre ser escritor y aprender varios idiomas. He llegado a defenderme bien en Ingles y chapurrear algo de Frances. El cine y la fotografia me fascinan. La música, de todo tipo, ha sido siempre mi relax. La amistad la valora mas que a nada en la vida.

sábado, 4 de febrero de 2017

LOS ANCIANOS (9º capitulo)





A todo joven sano, dinámico, con mucha vida aparente por delante le diria que visite una Residencia de ancianos.

Quizás viendo alguna de esas ruinas humanas que necesitan ayuda para todo, que vegetan sin hacer nada esperando un poco de cariño, hablar con alguien si es que guardan sensata su cabeza y pueden hablar con coherencia o recibir alguna visita de sus seres queridos, quizás repito a ese joven sano, despreocupado, agil, e incluso bello, haciendo esa visita se de cuenta de hasta donde pueden llegar ella o el si es que viven lo suficiente.

Al igual que los doctores que cada dia contemplan la vida o la muerte de sus pacientes, les atribuyo valor y mérito,  a los que cuidan a estos ancianos solos, deteriorados, necesitados de ayuda para todo, para ser limpidados, aseados, vestidos y lo peor aguantar sus gritos o insultos a veces, justo por este trabajo tan duro les atribuyo un mérito enorme y pienso que debieran estar mucho mejor pagados de lo que están.

He observado que en estas residencias hay muchas personas venidas de otros paises de allende los mares.
La gran mayoria son Latino Americanos, de Bolivia, Ecuador, Perú o otras naciones Sudamericanas.

¿Motivos para ello?

Sería digno de estudio para esos sociologos que les da por estudiar otra clase de idioteces que no interesan a casi nadie.

A mi si me interesa saber cual es el motivo para que mi esposa reciba el afecto de estas personas, latinas en su mayoria, que cuidan de los ancianos muchos de ellos en condiciones pésimas y aguantan a veces insultos e improperios de personas que ya no pueden controlarse.

Hace unos dias pasé siete horas con mi mujer y puede hablar y observar con tiempo suficiente a las personas de su entorno.

Interesantes personas muchas de ellas, en su mayoria mujeres, con más de noventa años algunas y que a pesar de estar en silla de ruedas y no valerse por si mísmas conservan una cabeza lúcida y agil para llevar una conversación mucho mas interesante que algunas que he escuchado en personas mucho más jóvenes.

Preguntando a algunas de ellas, o incluso a mis familiares que pasaron sus últimos dias en estas instituciones, prácticamente ninguno o a casi ninguno les gusta o les gustaba permanecer allí.
Lógicamente desearian estár en sus casas, pero ¿como si no se valen y la edad les condena a un enorme deterioro físico o mental?.

Cuando a veces he visto, con frecuencia en realidad, alguno de los folletos de propaganda de estos lugares, residencias, asilos, centros, o como quieran llamarse, siempre me sorprende ver a ancianos que sonrien y se muestran felices.

Cuanta hipocresia Señor mío, ¿donde están esos ancianos felices?, yo no he visto a ninguno y habré visitado unas siete residencias con más de cien visitas haciendo un cálculo corto.
Además, si es que a ese anciano feliz del folleto, o a los que no tan felices residen en estos lugares, se les acabara el dinero, el suyo o el de sus hijos serían puestos de patitas en la calle a merced de alguien de su propia familia o amigos que se hiciera cargo de ellos. Y si no en la calle pues solo paseando por madrid se ve gente mayor que no tiene un techo o cuidados para mal vivir.

De un mundo tan hipócrita ¿que se puede esperar?. 

Hipocresía, interés cremátistico, e incluso explotación laboral con jornadas interminables de trabajo para los auxiliares o trabajadores de los centros.

Dicho esto no dejo de reconecer la labor meritoria de estos profesionales que cuidan de nuestros ancianos, en el caso que me atañe les estoy muy agradecido pues mi esposa ha mejorado sensiblemente y está muy bien adaptada al drástico cambio, auque esto es SU propio mérito.

Gracias mi amor, tu actitud me infunde una gran tranquilidad haciéndome pensar que hice lo correcto aún costandome un gran esfuerzo anímico por el desagrado absoluto que me infuden estos lugares.

Y ¿por que?.

Facil, pienso que viviendo más de lo necesario mis días puedo acabarlos encerrado ahí y que la ley sobre la eutanasia voluntaria va para largo.


Saludos.




el gatufo


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